
El último informe sobre incidencias en el suministro de medicamentos de la Agrupación Farmacéutica de la Unión Europea (PGEU) subraya el impacto persistente y significativo del desabastecimiento de medicamentos en toda Europa.
En los últimos doce meses, las farmacias se han enfrentado sistemáticamente a altos niveles de desabastecimiento, y el 61% de los países informan de que la situación no ha mejorado en comparación con la encuesta de 2023, que supuso un punto de referencia excepcionalmente alto en materia de desabastecimiento.
El informe de este año pone de manifiesto una tendencia preocupante, el tiempo que los farmacéuticos dedican a gestionar el desabastecimiento de medicamentos sigue aumentando; y los farmacéuticos comunitarios europeos dedican ahora una media de once horas semanales a tareas orientadas a mitigar estas faltas.
El asesoramiento a los pacientes sobre las alternativas disponibles, la búsqueda y adquisición de medicamentos alternativos, y la colaboración con los prescriptores para identificar las opciones adecuadas, son algunas de ellas. Esta importante demanda de su tiempo desvía recursos de otros servicios sanitarios críticos, pero sigue siendo esencial para garantizar que los pacientes reciban la atención que necesitan.